El VIH y el SIDA alguna vez se consideraron sinónimos, pero a medida que la enfermedad avanzaba, hubo muchas infecciones más graves y ningún tratamiento para detener la propagación de la infección. Una definición precisa de SIDA era esencial para dar a los proveedores de atención médica una hoja de ruta para el tratamiento. Los datos epidemiológicos indicaron que la mayoría de las personas que desarrollaron infecciones oportunistas graves contrajeron el VIH cuando su recuento de células T CD4 cayó por debajo de 200 células/mm3. Un recuento normal de células T CD4 está entre 500 y 1200 células/mm3.
El primer paso en el tratamiento del SIDA es identificar su estado serológico. El VIH es causado por la incapacidad del sistema inmunitario para combatir las bacterias y los virus dañinos. Eventualmente conducirá al SIDA, que es la forma más grave de la enfermedad. Se necesitan al menos 10 años para que una persona desarrolle SIDA después de contraer el virus. Sin embargo, existen tratamientos para el VIH que retardan el daño que causa el virus, para que una persona con SIDA pueda vivir una vida larga y saludable.
La infección por VIH puede causar síntomas similares a los de la gripe poco después de la infección. El virus destruye el sistema inmunitario al atacar las células de defensa llamadas células CD4. Luego usa estas células inmunitarias para multiplicarse, destruyéndolas en el proceso. Sin tratamiento, una persona con SIDA desarrollará infecciones graves y potencialmente mortales. El mejor tratamiento es tratar el virus antes de que cause daño permanente. Si el sistema inmunológico está completamente destruido, el SIDA es inevitable.
El VIH ha causado una condición conocida como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Esta enfermedad se caracteriza por un sistema inmunológico debilitado. La infección es una enfermedad potencialmente mortal. Puede ser difícil distinguir el VIH de otras condiciones, ya que los síntomas pueden aparecer repentinamente. La enfermedad a menudo desaparece sin ningún tratamiento después de algunas semanas o meses. Los primeros signos del SIDA suelen ser inespecíficos, lo que significa que una persona con una prueba positiva puede no tener ningún síntoma.
El virus causa síntomas como la gripe cuando ingresa al cuerpo. Debilita el sistema inmunológico para que no pueda combatir la infección adecuadamente. El virus afecta el sistema inmunológico del cuerpo y puede provocar muchas enfermedades diferentes. Como resultado, una persona con VIH debe conocer todos los síntomas para determinar si está infectada con el VIH. Si el recuento de glóbulos blancos está por debajo de 200, se considera que es una indicación de SIDA.
ART es un tratamiento para el SIDA que es esencial para la progresión de la enfermedad. El virus ataca las células inmunitarias del cuerpo, dejándolo vulnerable a las infecciones. El SIDA es la etapa más avanzada de la infección por VIH, lo que resulta en un sistema inmunológico comprometido. Las personas con SIDA corren el riesgo de contraer infecciones graves e incluso pueden morir. Se necesitan 10 años para llegar al SIDA. Una persona con VIH puede tener una vida corta o larga, pero sin tratamiento, es probable que tenga una calidad de vida muy mala.
El VIH es un hongo que puede atacar el sistema inmunológico del cuerpo. Sus síntomas incluyen inflamación y una gruesa capa blanca en la lengua, el esófago y la vagina. Otros síntomas son infecciones oportunistas que pueden ocurrir en el cuerpo. La enfermedad también puede ser mortal en algunos casos. Si está presente, la enfermedad puede conducir a la muerte. Si bien los síntomas pueden durar solo una semana o dos, el VIH puede hacer que una persona tenga un sistema inmunológico debilitado y la enfermedad puede volverse incurable.
Los síntomas del VIH pueden incluir síntomas similares a los de la gripe poco después de la infección. La infección por el VIH destruye el sistema inmunitario, lo que hace que el cuerpo se vuelva más vulnerable a las infecciones. Comienza secuestrando glóbulos blancos llamados CD4 y dividiéndolos en miles. El virus destruye tantas células que es difícil distinguir entre los síntomas del VIH y los del SIDA. El SIDA también puede provocar la muerte si no se trata.
Los síntomas del VIH incluyen fiebre y síntomas similares a los de la gripe. El virus tiene una propensión muy alta a dañar el sistema inmunológico, y es la peor enfermedad posible. Se necesitan 10 años para que un paciente con VIH desarrolle SIDA. Afortunadamente, existen tratamientos para el SIDA que retrasan el crecimiento del virus. A diferencia de la enfermedad, es curable. A pesar de que el virus provoca daños en el sistema inmunitario, aún existen formas de prevenir su aparición.